Este término
nació en la antigua Grecia, en el que como tal lo dice “los ciudadanos” eran
los que podían tomar participación en los diferentes asuntos políticos. Sin embargo,
no todos tenían la oportunidad de participar, ya que a pesar de ser ciudadano
se excluían a los esclavos, a los campesinos, a las mujeres y a otras personas. Por
lo que solamente los privilegiados y con una reputación de buen ciudadano eran
los únicos que podían participar en los asuntos del estado.
Hoy en día ha cambiado por completo, el concepto ha logrado evolucionar e ir un poco más allá siendo más allá que solo algo político, sino también desarrollando sentido de pertenencia y de comunidad en los ciudadanos de una nación, en el que todos tienen los mismos derechos y cualidades políticas.
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